Una política de cancelación es un conjunto de reglas que definen cómo y cuándo los huéspedes pueden cancelar o modificar una reservación, y qué tarifas se aplican. Ayuda a los hoteles a proteger los ingresos al reducir las cancelaciones de última hora y garantiza que los huéspedes conozcan los costos antes de reservar.
La política se usa para decidir quién puede recibir un reembolso, cuándo vence la fecha límite y cuáles son las multas. Por ejemplo, podría decir que puedes cancelar de forma gratuita hasta 48 horas antes de la llegada, o que no es posible realizar ningún reembolso si cancelas más tarde.
Está configurado en el Sistema de administración de propiedades (PMS) y se muestran en el sitio web del hotel, las OTA y los correos electrónicos de confirmación al momento de la reserva.
La comunicación clara de los términos de cancelación ayuda a evitar disputas y mejora la satisfacción de los huéspedes. Las integraciones con PMS automatizados o gestores de canales garantizan que se apliquen las mismas reglas en todas las plataformas de reservas.
Se realizan más reservas cuando las políticas de cancelación son flexibles, pero esto también puede generar más cancelaciones. Las políticas estrictas pueden reducir el riesgo, pero también pueden desalentar las reservas anticipadas. Muchos hoteles tienen normas de cancelación que cambian según la época del año.
